Fábula.
“La Termita y el Rencor”
Por:
Janibell Peralta.
La Termita y el Rencor se volvieron muy amigos, pues tienen mucho en común.
Un día la Termita le dijo a su amigo el Rencor, que hicieran una apuesta de quién se comía una casa primero, cada uno en su área, la Termita acabaría con la casa física del nuevo vecino, mientras que el Rencor se comería la casa (interior) del vecino del frente.
El Rencor presumía de ser mucho más veloz que la Termita, era la discusión de nunca acabar.
La Termita y el Rencor se pusieron manos a la obra, empezaron a devorar las casas.
El Rencor le dijo a la Termita:
- Oye, ¿cómo vas? No veo ningún avance.
- Es que tú y yo nos parecemos demasiado, soy silente pero peligrosa, lo llevo bien, ¿y tú cómo vas?
A lo que el Rencor le respondió:
- Esta casa ya es casi mía, esta persona es mi fan, tanto, que ya no le habla ni a su madre jajajaajaja, bueno, a seguir disfrutando a ver quién vence primero.
Ambos continuaron su ardua labor, lo curioso es que la casa que devora la Termita, luce impecable, sin una señal de destrucción, pero igualmente luce la persona de la que el rencor se apoderó, limpia, bien vestida, buenos recursos, aparentemente excepcional como la casa del nuevo vecino. Sin embargo, es solo apariencia porque la Termita come, come y come de manera inteligente, por dentro sin tocar la fachada hasta el final. Igual que el Rencor, come, come y come por dentro hasta destruir a la persona que lo tiene en su casa (interior).
Pasaron unos meses, tanto el Rencor como la Termita volvieron a verse.
- Hola, ¿cómo vas amiga Termita?
- Pues voy de maravilla, solo que estoy preocupada porque el dueño de la casa estuvo revisando y escuché que llamaría a un fumigador.
Esto le causó gracia al Rencor y le dijo a la Termita:
- Jajajajajaj ya ves, me parece que soy el casi ganador porque mi casa ya está muy enferma, le hice que cogiera un cáncer.
La termita se molestó al escuchar que su amigo se declaraba casi ganador y le dijo:
- No te rías con tanto gusto porque el cáncer hoy día tiene cura.
En el momento en que ambos se encuentran conversando, pasa por el frente, el Perdón, cosa que al Rencor no le hizo nada de gracia.
- Mira tú. ¿Hacia dónde vas y quién te ha llamado?
El Perdón se detiene y muy amablemente le respondió:
- Voy donde el vecino del frente que me necesita.
El Rencor se llenó de ira y arremetió contra el diciendo:
- Siempre me tienes que dañar mi trabajo, no te soporto, por metiche es que la gente no te quiere, eres difícil para entrar en la gente. ¿No te das cuenta que solo te llaman cuando tienen la soga al cuello?
El Perdón, con todo el respeto le respondió:
- Eso pasa porque el Orgullo y tú trabajan juntos muchas veces, pero esta vez, lo siento, tendrás que irte a otra casa.
La Termita que está mirando todo el show entra en una carcajada y dijo:
- Jajajajajaja Bueno amigo Rencor, a mí, mañana me matará el fumigador pero a ti hoy te acaba de matar el Perdón jajajajajajjajajajajajajjajajaja.